Un día de Enero del 2007 tuve un sueño, una ilusión que he tenido desde pequeña. Dar la vuelta al mundo. Palpar la tierra compartiendo otras culturas.

Soñé que partía de Vitoria, sin fecha de vuelta, conducía un 4L, por una carretera rodeada de montañas. Me imagine haciendo fotos por Kazajstán, atravesando China con el coche si fuera posible, y si no seguir en bici, dirección a Kashgar para continuar hacia el Tibet.

El sueño continúa por el Sudeste Asiático, Laos, Camboya, Vietnam, Tailandia, pedaleando hacia Malasia y de ahí un barco a Aceh, provincia de Indonesia afectada por el tsunami. Ahí visitaría a mis amigos, gente que conocí y con la que compartí un año trabajando como médico en la reconstrucción de la zona. Mi sueño recorre también las islas de Sumatra, Java, Bali, Lombok, Flores, hasta Papua Nueva Guinea.

Voy en barco hasta Darwin, Australia. Creo recorrer la costa australiana de oeste a este, para alcanzar Tasmania. Destino Nueva Zelanda.

Aún es solo un sueño…un sueño con varias opciones a lo largo del camino, cuál elegir dependerá ya del momento, eso es también lo que me gusta de este sueño…la libertad de poder decidir que camino elegir…


Cuaderno de Bitácora Virtual:

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domingo, 20 de febrero de 2011

Treking en las Highlands: SIMBARI

Hoy en día es difícil encontrar pueblos que tengan un estilo de vida mas tradicional. Prácticamente, aunque aun preserven costumbres propias, todo esta mas occidentalizado, como ocurre en la mayoría de los casos.

En Goroka, Simon nos habla de Simbari, un pueblo al sur de las Eastern Highlands donde el único acceso es a pie o en avioneta. Así que decidimos ir allí.

Cogemos un pick-up de Goroka a Porosa, el pueblo donde empieza el camino a Simbari. Dos días para la gente local y casi cuatro para nosotros! Ruben, el propietario del coche, nos invita a su casa para pasar la noche con su familia.


De camino a Porosa pasamos por el monte y área de Kuru, donde se registró la enfermedad que lleva su nombre.

Se llaman familia A1. Ruben tiene dos mujeres, aunque sólo conocemos a una de ellas, profesora. Familia muy extensa y acogedora...muy alegre. Ruben y su familia llevan un cafetal.


El padre de Ruben, de unos 80-90 años, nos cuenta historias interesantes como cuando en la Segunda Guerra Mundial llegó el primer avión y, creyendo que era un pájaro, fue elegido entre los hombres del pueblo para atacarlo con arcos y flechas, pero desde el árbol vio que no se trataba de un pájaro pues había gente dentro y no disparó.


POROSA – DUNGI 13h.
6:25 am. Salimos ya de día. Comenzamos con una cuesta de subida. Vamos con Bafi, que sera nuestro guía ese día (nos cobra 20 kinas) y Lemek, un chico que va a Simbari.


Llegamos al rio Lamari, uno de los mas importantes de la zona. Para cruzarlo un puente a base de cañas y madera. Bañito en la orilla antes de continuar y, como nos pasara durante todo el treking, teníamos el hornillo estropeado y no comemos. Solo algo de desayuno y cena.


Llegamos a Dungi a las 7 y media, ya de noche, después de una subida interminable que según ellos siempre era: “esta ahí mismo”. Mucha paliza.

Nos presentan a todo el pueblo, un par de casas y todos son familia. Cenamos en una de las casas todos reunidos y a dormir que mañana toca madrugar. Pasamos la noche en una casa que utilizan como centro de comunicación, donde duermen la gente de paso y algún que otro extranjero también.


DUNGI – AMUGINIGINI (KAMIE) 11h
Vamos con Lemek; Bafi ya se va de vuelta a su casa. Después de una bajada y pasar el rio Wema, donde bebemos nuestro desayuno de Milo y unas galletas, pues en Dungi no tienen fuente de agua, empezamos con el repecho del Amuginigini, 4 horas de interminable subida con escalones de mas de medio metro que nos destrozan las piernas. Lemek esperando cada dos por tres.

Llegamos a la cima sobre las 5 y media de la tarde, poco queda para que anochezca y solo hay una pequeña campa de hierba inclinada donde no da para poner la tienda. Esta nublado y lloviendo. Calados, seguimos andando para buscar un lugar donde acampar.
Ponemos la tienda en el bosque, lloviendo, ya justo de noche.
A pesar de la lluvia, Lemek hace fuego y podemos cocinar un arroz con carne de pavo en lata.

KAMIE – SASAI 7h

Todo bajada menos un repecho después de Kamie o Utarape, una llanura despejada de arboles por el incendio que ocurrió allí hace unos años a raíz de un fuego mal apagado. Llanura increíble, niebla, verde, fango hasta media pierna, helechos y musgo que te hundes hasta el tobillo.

Llegamos a Sasai (a solo un par de horas de bajada a Simbari) para la una y media y acabamos durmiendo en casa del hermano de Lemek pues empieza a llover.

Todo el día sin comer, de desayuno un energen y un tentempié a base de bebida de chocolate y noodles crudos pues no podemos hacer fuego...todo esta mojado y no hay madera seca.

SASAI – SIMBARI 2h

Por el camino del treking nos hemos cruzado cada día con una familia en dirección a Porosa, padres e hijos pequeños. Las mujeres mayores vestidas de manera tradicional. Ivita, una capa hecha con la corteza de un tronco y la falda de hierba, canilla.


Salimos a las 6 y media y para las 8 y media llegamos a Simbari. Un paseo entre colinas y 4 ríos que cruzamos con troncos y algunos solo con cañas para agarrarse.

Simbari es un pueblo de cuento. Vamos al centro de salud para llamar por radio a Goroka y reservar con MAF ( Missionaries Aviation Fellowship) la vuelta en avioneta.


Somos 4 y parece ser que mínimo tenemos que ser 5. Aun no es seguro si vendrán jueves o viernes, único día de la semana que vuelan aquí. Suelen venir cada dos o tres semanas, cuando hay gente suficiente, pues el vuelo vale 299 kinas el trayecto, cosa que la mayoría de la gente no se puede costear.
Hay tres health workers trabajando. Ahora solo uno pues los otros están de vacaciones y se han ido andando a Porosa. Si hay una emergencia tienen que ir a Nurambi a dos horas andando hacia el norte (nuestros tiempos son el doble que los de ellos) y allí avisar por radio a los de New Tribes para que envíen un vuelo para evacuar.

Ya poca gente se viste con trajes tradicionales, alguna persona mayor sobre todo mujeres. IVITA y CANILLA (la falda de hierbas).

Nos acomodamos en casa de Esther. También esta Martina, una amiga suya. Los maridos son profesores y llevan un par de años trabajando en el pueblo. Ahora los maridos están en Goroka. Ellas llevan todo lo de la casa: trabajo en el campo y cocina. Los hombres, chicos, Lemek y algún otro, sentados en la cocina o alguna vez moviendo un dedo para cortar alguna leña, esperan a que ellas preparen la comida o cena. No hacen nada! Comida local: kaukau (batata), arroz cuando compramos en la cantina, verduras, maíz al fuego. Y bananas, pinya y papaya. Algún tomate escaso. Elaboración de la comida nula, hervido o al fuego.

Casuari.

Uno de los dias hacemos una caminata por la ladera oeste para buscar gente que viva mas tradicional. Vamos con Lemek y otros amigos. Entre los pueblitos del monte cruzamos casas aisladas donde encontramos alguna anciana o anciano sentados sin otra cosa que hacer al lado del fuego. Algunos no saben hablar Pidgin, solo el idioma local, pues el Pidgin es una invención de hace unos 35 años, por parte de los australianos y colonias para entenderse con los locales.

Gente muy muy hospitalaria. Te ofrecen comida y cuando llegas a sus casas o en el mercado te cantan canciones de bienvenida.


El viernes nos vamos al mercado (hay los lunes, miercoles y viernes) y alli esperamos a la avioneta, enana, solo para 4 pasajeros (nosotros, el pastor adventista y un estudiante), genial! Vistas increíbles de todo el recorrido, lo que nos costo tres días y medio lo hacemos en media hora!


Las comunicaciones son muy escasas. No hay carreteras. La unica manera de llegar o slair del valle es en avioneta o andando: a Porosa dos días (para ellos, tres y pico para nosotros), Marawaka, 4 días. A Kerema 5 días.


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