Un día de Enero del 2007 tuve un sueño, una ilusión que he tenido desde pequeña. Dar la vuelta al mundo. Palpar la tierra compartiendo otras culturas.
Soñé que partía de Vitoria, sin fecha de vuelta, conducía un 4L, por una carretera rodeada de montañas. Me imagine haciendo fotos por Kazajstán, atravesando China con el coche si fuera posible, y si no seguir en bici, dirección a Kashgar para continuar hacia el Tibet.
El sueño continúa por el Sudeste Asiático, Laos, Camboya, Vietnam, Tailandia, pedaleando hacia Malasia y de ahí un barco a Aceh, provincia de Indonesia afectada por el tsunami. Ahí visitaría a mis amigos, gente que conocí y con la que compartí un año trabajando como médico en la reconstrucción de la zona. Mi sueño recorre también las islas de Sumatra, Java, Bali, Lombok, Flores, hasta Papua Nueva Guinea.
Voy en barco hasta Darwin, Australia. Creo recorrer la costa australiana de oeste a este, para alcanzar Tasmania. Destino Nueva Zelanda.
Aún es solo un sueño…un sueño con varias opciones a lo largo del camino, cuál elegir dependerá ya del momento, eso es también lo que me gusta de este sueño…la libertad de poder decidir que camino elegir…
Subimos de Petra a Madaba por la carretera del Rey, la mas interesante de las tres carretras que van desde Aqaba a Amman; es la antigua via por donde pasaron los isarelitas a la Tierra Prometida, los nabateos desde y a Petra, los cristianos al monte Nebo, los cruzados a sus castillos y los peregrinos musulmanes hacia la Meca.
Paramos en el
castillo de Shobak, construido en 1115 por el rey cruzado Balduino I y conquistado por Saladino en 1189.
Mercado.
Iglesia.
Tunel que llevaba al pozo. Nos dijeron que conectaba con el exterior y desde alli se podia salir del castillo, asi que probamos a bajar unas 350 "escaleras" (a veces solo una rampa de arena) con la unica luz del frontal y al llegar al final nos encontramos que estabamos justo abajo del pozo y para salir habia que subir en vertical por unos peldanyos de hierro unos 7 metros!!
Otro sitio interesante es la
Reserva Natural de Dana, un pueblo de piedra otomano del s. XIV donde pasamos una noche (y por fin pasando algo de frio!). Hay varios senderos para caminar y se pueden ver tumbas nabateas excavadas en la roca.
Interior de una casa otomana con el horno al fondo. Estas casas fueron abandonadas hace unas generaciones para irse a vivir a Qadsiyya en busca de trabajo. En la reserva aun siguen viviendo unas 50 familias beduinas.
En las casas derruidas se puede ver la estructura con tres arcos de las casas.
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